¿Despenalización o prohibición? El complejo problema de las drogas
Guest piece by Miguel M. Benito.
¿La legalización del consumo de alcohol acabó con el crimen organizado en Estados Unidos? ¿La detención de Al Capone puso fin a la delincuencia organizada? No y no. Sin embargo, lo ocurrido hace ochenta años sigue siendo parte de la discusión sobre los estupefacientes.
En la actualidad, cada día se escucha con más fuerza que hay que cambiar la política antidrogas, que hay que reabrir el debate y plantear nuevas y audaces respuestas. En realidad nadie parece querer un debate serio, y se usan ciertas convenciones para decir que del prohibicionismo absoluto hay que pasar a la legalización, sin más. Si esta es la calidad del “debate”, cualquier diagnóstico que deje será insuficiente. De verdad, ¿la despenalización de la droga tendría el efecto esperado en debilitamiento de las bandas de criminalidad transnacional y reducción de la violencia? Este es un asunto en el que tengo más dudas que certezas, por lo que dejó aquí algunas reflexiones con las que –sí- alimentar el debate.
1- Las redes internacionales de criminalidad han diversificado sus intereses y realizan varias actividades delictivas a la vez. El fin de uno de sus negocios, no implica la desaparición de toda la organización criminal. Dado que una de las características esenciales de éstas es su adaptabilidad, posiblemente asistiríamos a un reajuste de las estructuras criminales y de los mercados de la ilegalidad, posibles tensiones y/o alianzas con otros grupos, pero no su desaparición.
2- ¿Los operadores del narcotráfico pasarían a la actividad económica legal? Suponer que un grupo de profesionales especializados en actividades criminales, en muchos caso sin formación alternativa que permita su adaptación a otras ocupaciones profesionales, acostumbrados a un determinado nivel de ingresos, sin más, pasarían al mercado de trabajos legales es ingenuo. Como las estructuras, los individuos intentarían mantener su status dedicándose a tareas en cuyas habilidades fuesen valoradas. Por lo tanto, los trabajadores del narcotráfico acabarían reforzando otras estructuras ilegales. ¿Debilitamiento?
3- Ante la caída, parcial o total, de ingresos por narcotráfico, las redes criminales tratarían de aumentar el margen de beneficio en sus otras actividades por ejemplo la trata de personas, el secuestro, la venta de armas. Siguiendo la lógica aplicada en la idea de legalizar el tráfico de drogas ¿se deberían legalizar todas esas otras actividades para dejar sin fondos esas estructuras?
4- El ajuste al que me refiero en lo puntos anteriores, ante una reducción del margen de beneficio, podría llevar a procesos de adaptación violentos –conquistar otros mercados puede suponer chocar con otras organizaciones, para aumentar los márgenes de beneficio en otros mercados se puede ejercer mayor crueldad, etc.-, por lo cual, el objetivo de reducir la brutalidad de las bandas criminales fracasaría.
5- Siempre hay un margen de negocio ilegal. Aunque el narcotráfico se despenalizase, siempre habrá un margen de ilegalidad, por ejemplo, vinculado a la venta a menores de edad o venta de producto adulterado. Por tanto, habría espacios para la supervivencia de redes de microtráfico o como un brazo más de una organización criminal mayor.
6- La venta de estupefacientes, aún tras una hipotética legalización, sería un mercado con mucha intervención de las autoridades de salud y seguridad, pero eso no supone que se produzca una reducción del número de adictos. ¿desapareció el alcoholismo con la legalización en los años treinta en Estados Unidos o aumentó?
7- Cualquier paso hacia la despenalización de las drogas debe ser global, para evitar crear asimetrías que favorezcan a unos delincuentes que han demostrado ser expertos en sacar ventaja de las fallas en la coordinación entre países.
Dos dudas centradas en el caso colombiano:
- ¿Es preciso afirmar que la lucha contra las drogas ha fracasado? Esa ha sido una de las pocas políticas de Estado que se han mantenido constantes y que, ha supuesto, entre otras cosas el fortalecimiento del aparato policial-militar colombiano, como instrumento del Estado. Es decir, el primer pilar sobre el que se ha adelantado algo en la consolidación del Estado y su presencia en el territorio está vinculada directamente a la guerra contra las drogas.
- ¿Cómo afectaría la legalización del narcotráfico a los procesos de titulación de tierras? ¿No intentarían los narcos regularizan la posesión de unos terrenos que de facto son de su propiedad expulsando o acabando con testaferros e intermediarios?
La experiencia del alcohol en Estados Unidos es de hace 80 años. Las decisiones que declararon a las drogas enemigo público número uno se remontan a hace 40 tampoco. Al Capone, Eliot Ness o Richard Nixon no pueden ser las referencias para tomar decisiones hoy, es necesario mantener un verdadero debate que no caiga en dicotomías falsas del tipo ‘salud o seguridad’ y que, de verdad, analice los procesos actuales.
Por último, permítanme un pequeño excurso. No deja de resultar profundamente hipócrita la posición de algunas personalidades de la política y de la prensa que sostienen que Samper y Gaviria representan dos voces autorizadas que enriquecen el debate sobre las políticas de drogas y muestran que Colombia es una sociedad plural con múltiples opiniones, y al mismo tiempo, encuentran inaceptable que Uribe y Pastrana critiquen el proceso de negociación que se da entre gobierno y FARC en La Habana. El asunto no es si los expresidentes opinan o no sobre un tema u otro, sino que nadie se ha molestado en definir cuál debe ser el papel de los expresidentes. Doble rasero.
Miguel M. Benito. Docente en la Universidad Externado de Colombia. Analista y Consultor político. @mbenlaz
Segun las cosas la gravedad de la situación parece que es un problema que llego para quedarce entre los seres humanos, asi como las pestes, es casi como una enfermedad sin cura con la que la humanidad debe aprender a vivir, al menos hasta que no se descubra una solucion que libere a la humanidad de este mal , por lo pronto si a seguir en la lucha contra todos los males que se desprenden de este negocio Trata de personas, venta de armas, secuestros, microtrafico, extorcion, etc. Muy buena columna, es un vistazo inteligente de la situacion, gracias Miguel por estas columnas.